Nuestro propósito consiste en acercar al alumno a la clínica a partir del eje de la angustia. Para ello, en primer lugar, los alumnos participarán de entrevistas de admisión, guardia, consultorios externos, internación, interconsulta y hospital de día, en distintos hospitales generales, monovalentes y de urgencias psiquiátricas. La oferta horaria comprenderá alternativas los siete días de la semana, por la mañana, la tarde y la noche.

En segundo lugar, los alumnos asistirán a un espacio clínico con su tutor en el hospital donde se llevará a cabo la discusión acerca de las entrevistas presenciadas por el alumno. Y en tercer lugar, participarán del plenario de articulación teórico-práctico en la Facultad donde se trabajarán los contenidos temáticos del Programa que permitirán el acercamiento y abordaje de la experiencia hospitalaria.

¿Por qué elegimos la angustia como eje de la Práctica?
La angustia es una categoría clínica fundamental. Por un lado, permite pensar los distintos modos en que se presenta el malestar en cada tratamiento, anudando cuestiones estructurales con la singularidad del caso. De este modo, la angustia permite considerar las modalidades actuales que toman las demandas de tratamiento. Por otro lado, participa íntimamente de las operaciones de la constitución subjetiva. Por último, la angustia es correlato de las operaciones fundamentales de un análisis. Por ello, lejos de reducirse a un término que describe un estado afectivo, la angustia se ubica en el corazón de la experiencia analítica.

Actualidad de la clínica psicoanalítica
En los hospitales se vuelve aún más evidente que la angustia constituye un modo privilegiado del encuentro del psicólogo con la clínica. Ante las diversas modalidades de manifestación de la angustia, los pacientes se dirigen al hospital en busca de una respuesta o interpretación de su padecer.

La angustia produce rupturas o vacilaciones de la escena de la vida cotidiana, puestas en acto, desbordes afectivos, acciones sintomáticas, e incluso, en ocasiones, conduce a la producción de nuevas preguntas. A partir de esta diversidad de encuentros con la angustia se constituye un momento fecundo que permite interrogar la clínica y habilita la posibilidad de inscripción de una diferencia.

Consideramos que dicho encuentro con la problemática de la angustia es fundamental para el alumno: porque es constitutivo del profesional en formación e inherente a la actualidad de la clínica psicoanalítica.

El profesional en formación
Desde nuestra perspectiva, las Prácticas Profesionales se dirigen a aquellos alumnos que se encuentran en un punto de inflexión en la Carrera. Se trata de un momento complejo donde conviven en ellos las preguntas atinentes a la formación teórica, pero al mismo tiempo, comienzan a presentarse distintas preguntas referidas a los ámbitos donde podrán ejercer su quehacer profesional y el tipo de prácticas que podrán desarrollar en ellos. Por esta razón, nos dedicamos especialmente a trabajar con las inquietudes de los alumnos. Inquietudes que suelen rondar en torno a las modalidades de intervención y posicionamiento respecto del padecimiento que se despliega en el texto de un paciente, y en todo aquello que conforma el dispositivo analítico: las formas que adopta la demanda, los silencios, la presencia del cuerpo, los tiempos para intervenir. Y también la interlocución con otros profesionales, las lecturas que aportan las supervisiones, las vacilaciones que surgen en el profesional que conduce el tratamiento, la transferencia.