La Educación Sexual Integral constituye un Derecho
Humano en sí mismo porque nos asegura que podemos acceder a otros derechos
en igualdad: es indispensable para acceder a la salud, al derecho a la información,
al cuidado del propio cuerpo y a tomar decisiones informadas y libres sobre
nuestros derechos sexuales y reproductivos.
La ley contempla una educación constante a lo largo de la vida del
estudiante. Estas etapas evolutivas diversas presentan situaciones que requieren
el abordaje de problemáticas muy distintas, en el nivel inicial y primario
se abordan temas tales como: abuso sexual infantil, pornografía, grooming,
sexualidad infantil y límites, construcción de la ciudadanía.
Educación de la afectividad. Escuela y pandemia.
En el secundario y en la universidad, se profundizan dilemas bioéticos
en la adolescencia y juventud, diversidades cognitivas, relaciones de noviazgo
violentas, trata de personas, derechos sexuales, cuidado y protección
del cuerpo, construcción de la identidad de género, autolesiones
y suicidio adolescente, embarazo no intencional, cuidado y preservación
de la salud reproductiva, entre muchos otros.