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Repudio a la Violencia contra la UBA

Una vez más el autoritarismo y la violencia se hicieron presentes en nuestra querida Universidad.

El martes pasado, como es de público conocimiento, militantes del Partido Obrero, la Mella (en Psicología se llaman El Impulso) y otras agrupaciones de izquierda ingresaron violentamente al Rectorado de la Universidad golpeando al personal de seguridad del edificio y a los no docentes que se encontraban en sus lugares de trabajo, rompiendo y provocando destrozos en los muebles y materiales de la Universidad Pública. El motivo de semejante salvajismo fue el intento de tomar el edificio para impedir que al día siguiente sesionara el Consejo Superior, órgano máximo de gobierno de la UBA elegido democráticamente por los claustros de profesores, graduados y docentes y estudiantes.

A pesar de los destrozos y los no docentes heridos, estos grupos violentos no pudieron cumplir con su cometido ya que, ante semejante situación, el Rector se vio obligado a llamar a las fuerzas de seguridad para que desalojaran el edificio.

Al día siguiente, miércoles 27, volvieron a intentar por la fuerza impedir que el Consejo Superior pudiera sesionar, lo que fue impedido nuevamente por las fuerzas de seguridad; a pesar de lo cual, rompieron la puerta del Rectorado de la Calle Reconquista.

En esta ocasión el motivo de tamaña demostración de violencia y autoritarismo se produjo después de que estas agrupaciones perdieran la conducción de la FUBA (máximo órgano gremial estudiantil de la UBA que administra las fotocopiadoras, venta de apuntes y bares del CBC) después de años de funcionamiento irregular sin llamar a Congreso para elegir nuevas autoridades.

Lamentablemente este no fue el único hecho de violencia protagonizado por estas agrupaciones, el PO y La Mella, en los últimos tiempos. Cada vez que sufren un revés electoral o los órganos de gobierno de la Universidad elegidos democráticamente votan resoluciones que no son de su agrado, intentan imponer su voluntad por medio de la violencia tanto física como verbal a través de la intimidación y el agravio. No se trata de un hecho aislado sino de una metodología autoritaria y una forma violenta de entender la política.

En respuesta a este accionar autoritario el Consejo Superior aprobó una resolución de repudio a los hechos de violencia y el respaldo a las acciones tanto judiciales como disciplinarias llevadas adelante por las autoridades de la UBA. Así mismo, la Comisión Gremial no docente del Rectorado manifestó su repudio a estos sucesos.

Es importante destacar que la resolución mencionada fue aprobada por la totalidad de los Decanos, y la unanimidad de los consejeros profesores y graduados independientemente de su pertenencia política. Todos juntos contra la violencia como elemento unificador.

Resulta inaceptable que en la Universidad Pública más importante del país y la mejor ubicada en los rankings internacionales, que tiene ingreso irrestricto y es gratuita ( situación que se da en poquísimas universidades en el mundo) que además tiene órganos de gobierno integrados por los claustros de profesores, graduados y docentes y estudiantes, elegidos en elecciones libres y democráticas y que goza de plena autonomía y libertad de cátedra, un pequeño grupo de militantes con ideologías autoritarias y violentas intenten impedir su funcionamiento.

Las autoridades de la UBA tenemos el deber y la responsabilidad de velar por el normal funcionamiento de nuestra Universidad y de sus órganos de gobierno y preservar las condiciones de trabajo del personal, motivo por el cual utilizaremos todos los medios que nos brinda el Estatuto Universitario y el estado de derecho democrático para impedir que estos grupos autoritarios intenten imponer la violencia como forma de acción política.

La democracia no puede ser entendida como la falta de ley sino por el contrario es el sistema de gobierno que promueve el imperio de la ley como regulador de las relaciones interpersonales e intergrupales y en ese sentido la democracia universitaria no puede ni debe ser una excepción.